Dime cómo cuidas el espacio público y te diré quién eres

María:  Tengo la impresión de que la gente está más maleducada, que hay menos respeto, más que nada en la calle, en las plazas….

Juan: Te parece … es la edad, María, te estás poniendo más vieja…

María: Qué tonto. Bah, puede ser que sea por la edad pero ya escuché a otra gente quejarse por lo mismo. Nosotros pintamos la fachada del edificio hace un tiempo y ya la mancharon con aerosol negro. No duró nada limpia.

Juan: Es imposible pretender vivir en una ciudad impoluta. Además, vos que sos la mayor defensora de la libertad de expresión que conozco, me extraña que te moleste el grafitti.

María: Una cosa es el grafitti artístico, que hay muchísimos en Buenos Aires y otra cosa es estropear la pared del vecino.

Juan: ¿Cuál es la diferencia?

María: Supongo que el grafitti artístico tendrá algún tipo de aval de la municipalidad, no sé. Es usar una pared como una tela en blanco con el intento de embellecerla, no de afearla. Lo que me jode es la falta de conciencia de que existe un otro, un vecino, un ciudadano que no sos vos. En los países con más ejercicio democrático ves más respeto por el espacio público. Es como si pudieras sentir que el espacio público es tuyo y lo cuidás como cuidás tu casa, es una extensión de tu propio espacio.

Juan: Medio utópico me suena.

María: A mi lo que me molesta es el vecino que usa tu vereda y no la suya para que su perrito haga sus necesidades ¿entendés? Usa tu vereda como no usa la de su edificio. O pinta tu pared aunque jamás pintaría la propia. Me arriesgo a decir que la evolución de una sociedad se puede medir por el cuidado que se les da a los espacios públicos. Es la forma en que se demuestra hasta dónde una sociedad incorpora al otro, a su semejante, al tipo que usa los mismos espacios. También es una señal de madurez.

Juan: Tal vez serías más feliz en Suiza.

María: No. Sería más feliz si la ciudad donde elegí vivir fuera más cuidada por los que vivimos acá.

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