“Vamos que ahí dejaron un hueco”

María: Por favor, decime si soy yo la anormal o no.  Tengo una burbuja vital que me impide estar encima de la gente pero parece que soy la única a la que le molesta.

Pablo: No creo que a nadie le guste que se le instalen encima pero puede ser que tu burbuja sea más grande de lo normal, más sajona tal vez.

María: Es que no entiendo cómo la gente sale de la ciudad, donde uno vive encima o abajo de otros para venir a la playa y estar igual.

Pablo: A lo mejor no les da el presupuesto para irse a Punta Cana.

María: No es un tema de presupuesto, es un tema de mentalidad. Mirá cómo están hacinados en las carpas.  ¿Cinco lucas o más por mes para escuchar todo lo que dice tu vecino? Mirá, mirá estos que vienen acá, son un batallón….¿escuchaste lo que dijo el tipo?

Pablo: No.

María: Dijo “¡Vamos que ahí dejaron un hueco!” ¿Dónde vio el hueco éste?, estamos todos amontonados acá en el espacio libre de carpas. Qué manía de llenar los huecos que tienen los tipos.

Pablo: El tipo está en todo su derecho, es una playa pública.

María: Tenés razón; ya te dije, la anormal soy yo.

Los que firman los mensajes de voz

Con el avance de la tecnología se nos juntan varias generaciones de seres humanos que interactúan con los aparatos eléctricos y digitales en forma muy diferente. El otro día, en la casa de una amiga, estuvimos viendo fotos viejas y de lo que más nos reímos es de una imagen donde estoy hablando por celular, toda ejecutiva y laboriosa, creo que era un startac. Algunos le decían “el movicom”.  En ese momento un startac era un gadget de un James Bond moderno. Hoy, parece que tengo un ladrillo en la oreja. Y sólo pasaron 14 años. 

Pero lo que siempre me causa gracias es cuando “firman” un mensaje de voz. Mi mamá, por ejemplo, me ha dejado mensajes largos grabados en el contestador y al final hace una pausa y dice: “mamá”. Se podría pensar que ella cree que no le reconozco la voz y que no me doy cuenta que es ella. Pero la verdad es que ella está escribiendo una nota, no dejando un mensaje de voz.

El otro día por la radio, un tipo deja un mensaje largo, pone un punto, respira y dice: “Luis”. Está claro que el hombre se crió en una época donde simplemente se dejaba una nota en la mesa de la cocina:

” Hola Stella, Me fui a comprar cigarrillos. Luis”