Mucho brillo y espejito en una ceremonia deslucida

Difícil que me pierda la entrega de los Oscars.  Todos los años, la miro con o sin otros fanáticos que se aguantan hasta las dos de la mañana, por amor al cine, por amor a las ficciones que nos da Hollywood.  Aunque debo decir que la ganadora de anoche, “The King’s Speech”, es una película inglesa en gran parte: director, actores (Colin Firth, Helena Bonham Carter) y guionista (David Seidler, a los 73 años el más veterano en ganar el Oscar) que vienen del otro lado del charco (de New York, that is).

La ceremonia de anoche no me deslumbró ni me emocionó. Sí me encandilaron tantas mostacillas, paillettes, strass y espejitos en los vestidos de las candidatas e invitadas a la legendaria ceremonia. We get it. Se usan los brillos.

Los anfitriones buscaban “appeal to a younger demographic”, es decir, aclararon descaradamente que buscan para la entrega de los Oscar un público más joven.  Ah, por eso las dos caras bonitas, Anne Hatheway y James Franco en vez de comediantes como Steve Martin y Jon Stewart. ¡Ella se cambió cinco veces el vestido y el peinado! Vamos gente, es demasiado. Mucha cáscara pocas nueces. Él, carilindo y parecido a James Dean, no aportó demasiado y no es un estrella internacional destacada, salvando el hecho de que estaba nominado al Oscar por mejor actor por el film “127 Horas”.

Pobre James, he didn’t stand a chance. Todos sabíamos que el peladito dorado se lo llevaría Colin Firth por haber encarnado a un tartamudo real con tanta maestría. Muy divertido lo que dijo con la estatuilla ya en sus manos: ” I have a feeling my career has just peaked”. A Hollywood le encantan los defectos físicos, lo sabemos, y más aún si son superados gracias al esfuerzo y a la genialidad de algún tutor. Enter Geoffrey Rush. Mi predicción resultó cierta y el Oscar por mejor actor de reparto se lo llevó Christian Bale. Está increible en “The Fighter“. Lo que hace con el cuerpo, la voz, su acento: aplausos.

La que no acerté fue a Melissa Leo que se llevó el premio a mejor actriz de reparto. Está muy bien pero no sé si para un Oscar. No vi a todas las otras contrincantes. Lo divertido fue que en su discurso de aceptación Melissa se mandó un “fucking” en vivo que seguro ocupará muchos bits en el ciberespacio y gastará tinta en los diarios.

Cantado también el Oscar de Natalie Portman a mejor actriz (overrated?) , sin sorpresas por allí.

Mi única sorpresita: cantó Gwyneth Paltrow. Bien, Gwyneth, menos mal que cantaste bien o tu marido Chris de Coldplay te mata.  Celine Dion cantó para los finados (la pérdida que más me enterneció fue la de Leslie Nielsen) con una pátina medio Titánica que siempre tendrá para mí Celine.

Lo más inteligente lo dijo Steven Spielberg al entregar el Oscar a mejor película y creo que fue una patada voladora para la Academia. Parafraseando dijo: Si ganan estarán en compañía de películas como “On The Waterfront” pero el que pierde estará en compañía de “Citizen Kane” y “Raging Bull“. Take that, Academy. A veces la historia demuestra que los losers son mejores que los winners. Thank you, Steven for pointing that out.

Al final, el voice over de Colin Firth anunciando la Segunda Guerra sobre edición de todas las otras películas que competían por el Oscar a la mejor película me pareció una falta de respeto y algo tenebroso, honestamente.

En resumen, una ceremonia deslucida e intranscendente con la Mejor Película cantada. No creo que la historia diga que “Social Network” era mejor película que “The King’s Speech”. Aunque pensándolo bien, tal vez  a la posteridad más inmediata le interese más la historia de Facebook que la de un Rey que proclama WWII casi sin tartamudear.

Se colaron los emoticones en los mails laborales

María:  Te hago una pregunta: ¿vos no notás que de golpe todo el mundo está usando emoticones en los mails de trabajo?

Martín:   ¿Te parece? 

María:    Sí. Al principio empecé a recibir algún que otro mail de una asistente o cordinadora con caritas. No me pareció del todo apropiado porque era un ámbito laboral, pero era divertido. Después cada vez los empecé a ver más. Ahora ya recibí mails de VPs con caritas.

Martín:  La pregunta sería si son necesarios. A mí me resultan un poco infantiles los emoticones. Conozco gente que los detesta.

María:   Sí, yo también conozco gente que los odia. Pero, así como al principio me resistí, terminé usándolos yo también.    

Martín: Dame un ejemplo.

María:  Alguien me agradeció un regalo que envíe. Puse “my pleasure” y la smiley :-).

Martín:  Está bien, pero lo podrías haber obviado y no es un tema estrictamente comercial. Imaginate ponerle a un tipo al que le aprobás el presupuesto un emoticón con anteojos o carita sonriente. No tiene nada que ver.

María:   Claro. Tampoco me imagino maldiciendo a un proveedor con una carita enojada  .  Pero me di cuenta que a veces enviando una emoción te ahorras muchas palabras.

Martín: Creo que ése, justamente, es el propósito de los emoticones. Por eso se usan tanto en los SMS 🙂

María:  En una breve búsqueda encontré que una firma de EEUU inventó un emoticón que es el “SarcMark”: un signo para evidenciar que lo que decís es sarcástico. Ahí es donde corrés mayor peligro si querés ser sarcástico, que te tomen literalmente. El símbolo es como una @ pero al revés.

Martín: No lo había visto nunca. Si llego a recibir un mail con el SarcMark te aviso pero no puedo creer que haya personas que lo compren.

María:   Hay que ver si logran imponerlo

Voces ventosas y pegajosas

Maru:  Uno de estos días voy a matar a un telemarketer.

Pedro:  Los detesto, son insoportables. Después pienso que esa gente tiene un trabajo como cualquier otro y tiene que pagar las cuentas.

Maru:  Me tienen totalmente podrida. Y ¿sabés qué es lo peor? Esa voz que dice “Buenos días” y ya sabés que te quieren vender algo. Son voces ventosas y pegajosas, tienen ventosas para agarrarse, y sólo quieren vender.

Pedro:  No sos lo primera en quejarte, en todas partes del mundo la gente está harta, venden aparatos que te filtran este tipo de llamadas.

Maru:   Sí, seguro que te llama también un telemarketer para venderte las máquinas. ¡Es tan del siglo pasado! Como los vendedores ambulantes que viajaban golpeando las puertas, tocando timbres, para venderte una aspiradora.

Pedro: Sí o las enciclopedias Britannica. También, del siglo pasado.

Maru:  Es una invasión de tu privacidad lisa y llana. Te llaman a tu casa – a cualquier hora – y aparece esa voz ventosa “vendo, vendo, vendo”. Te das cuenta el tonito de inmediato. El otro día llamaron cuando estaba ocupada y antes de que pudiera decir qué vendía le dije que no quería comprar nada. La voz tuvo el atrevimiento de preguntarme si quería que llamaran en otro momento. ¿Qué parte de “no quiero comprar nada” no entendés?

Pedro:   A veces atendés y del otro lado hay un ruido como si vos estuvieses llamando y sonara el teléfono del otro lado. Como si llamaran al voleo a varios a la vez.

Maru:  Recién una voz ventosa dejó todos sus datos en un mensaje en el contestador de casa para que la llamemos YA así nos da un préstamo. La voy a llamar ya y le voy a preguntar si no me quiere comprar el teléfono. Es del siglo pasado y ya no lo usamos más. Los que más llaman son estos del marketing directo que directamente lo prohibimos en nuestra casa por invasión de la privacidad.

Pedro:  Hay un método mucho más divertido. Les podés hacer esto. (está en inglés)

Henry and Marta – Body Parts (eyes, lips and arms)

Marta:    Hello Henry, you are looking a little pale today. Could it have been the milanesas that did not sit well with you?

Henry:   No, actually I am upset because I was looking up idioms for our body part meeting and I ran across typical prejudice against South America and I thought you would be ticked off Marta.

Marta:   Try me, Henry. By the way, I liked the idea of our “body part meeting”…

Henry:   Well, it is even upsetting to me, now that I have been here long enough. Look. I was looking for uses for “the arm of the law” and I found this example: “He fled to South America hoping to escape the arm of the law.”  Insulting isn’t it?

Marta:   I’ll be honest with you, Henry. As much as it saddens me, there are too many cases in history that would explain that example. I am not happy about it, of course, but the law in South America doesn’t exactly have the best reputation. I think, in this case, it was made worse by the escaped Nazis and other outlaws, thus your example. In castellano it is not too common but you would also say “el brazo de la ley”, I guess.

Henry:   Perhaps, that could be it. We also have an example provided by Ana,  who commented on a previous post. She mentioned an expression in Spanish, excuse my pronunciation “genio y figura hasta la sepultara”. She suggested it would be equivalent to “stiff upper lip”.

Marta:   I did look it up after Ana’s comment. “Genio y figura hasta la sepultura” means you have traits that last a lifetime and that you cannot change. It is related to “stiff upper lip” but not exactly an equivalent. Here is what I found for “stiff upper lip”: It is typical of the British. Perhaps British/Indian in origin and is descriptive of a lack of emotion, or at least visible emotion. Apparrently it comes from the novellist PG Wodehouse in 1924, or at least it was popularized by him.

Henry:   So what would be the best translation for it?

Marta:   I had a boyfriend who played rugby and he always said “hay que apretar los dientes y seguir adelante”. But other possibilities include “hacer de tripas corazón” or simply “no inmutarse” o “guardar la compostura”.

Henry:   That was quite detailed, thank you, Marta, I hope Ana is pleased with our little query.  Let´s pick another body part.

Marta:   No, let’s stick to arms today, Henry.  I have “It cost an arm and a leg”. In castellano we would say “me salió un ojo y la mitad del otro”. Apparently we value the second eye more than a leg.

Henry:    Alright let’s finish the arms then. I have “give your right arm”, “up in arms” and “at arm’s length”.

Marta:   The first one is the same, “dar el brazo derecho” as in “daría mi brazo derecho para tener las piernas que tiene ésa que está parada ahí”.

Henry:   Where? Who? Which way are you looking?

Marta:   Now, now, let’s focus here, Henry. “Up in arms” makes me think of  “de armas llevar” but you are “up in arms about something” such as “she was up in arms about the new office policy” when you are really angry. I wonder if it comes from waving your arms around. But if it is someone who gets angry easily, is straightforward and willing to take action you would say she is “de armas llevar”.

Henry:   So somehow we started talking about arms and ended with arms as in weapons?

Marta:   Yes, funny it seems they are related. Weapons, if you think about it, are an extension of the arm. So arms up when angry and arms in hand when angry. The last one is “at arm’s length” and, I´ll tell you in a blink of an eye, that would be “guardar distancia”. I hope I never have to do that to you, Henry.

Henry:   Do what? All this talk about body parts…

Marta: I hope I never have to keep you at arm’s length.

Qué fea es la palabra “cheto”

Delfina:   Hay algo que me llama la atención.

Solange:   Uh, sonamos, algo me dice que me voy arrepentir de preguntarte, ahora qué…

Delfina:   Resucitó la palabra “cheto” y es tan ochentosa y demodé…

Solange:   Nada que ver. Se usa “concheto” hace mil años.

Delfina:   Sí, “concheto”, sí, pero “cheto” no. Es de la época cuando se puso de moda la Recoleta y se popularizó la palabra “cheto”. Como decía el padre de una amiga se empezó a llenar la Recoleta de gente, de mucha gente, estaba “le tout Lanús” decía él. Creo que la expresión es de la época de “tirame las agujas”, que me causa nauseas.  Me parece feo decir “cheto”.

Solange:   Es cierto que si se supone que sos lo que se entiendo por cheto no decís “cheto”. Es como decir “cogotudo” antes.  Los supuestos cogotudos no dicen “cogotudo”.

Delfina: Exactamente mi punto, Sol. Me suena grasa decir “cheto”, pero tal vez ya se está gastando la palabra cool.

Solange:  No sé si cool y concheto son lo mismo. Ché, ¿no estamos abusando de las comillas?

Delfina:  No. Estamos citando y no usamos los deditos para hacer el “quote-unquote”.

Solange:  Just checking, ya firmé la solicitada de la Brigada anti-abuso.

Delfina:   Mirá, hice una búsqueda en Google y efectivamente, ¡la palabra cheto es de los ’80! Encontré en un blog que se llama BA Inspiration , quien a su vez lo toma de otro blog, con una tapa imperdible de la revista Gente del 7 de mayo de 1981.

Solange:  No se puede creer la foto con Pinky, Fontana y Mirtha, es historia argentina en todo su esplendor. ¿Qué es un blitz?

Delfina:   No tengo idea, nunca había escuchado la palabra. Pero mirá la lista de cualidades de los chetos y de los blitz, es para morirse:

Para ser un cheto:                                                                                                       

  • Decir man cada dos palabras,
  • Pararse en la esquina de La Biela;
  • Vestir al estilo new wave;
  • Estar todo el día con el walkman en las orejas;
  • Tener un trabajo divertido o insólito

Para ser un blitz:

  • Usar botas texanas;
  • Tomar el champagne en vasos de whisky con hielo;
  • Tener un car-stereo ;
  • Mezclar palabras extranjeras en una conversación;
  • Tener la casa decorada por Churba

Solange:  No se puede creer lo que se puede rescatar de las revistas viejas. Me parece entonces que un blitz es como un wannabe cheto.  Uh, pero ¡si digo “wannabe” soy una blitz!

Delfina:  Tenés que ver la nota completa.  Imaginate seguir los dictados de la revista Gente. Te tratan de usted para preguntar si sos cheto, en 1981. Te dije que la palabra “cheto” es una grasada.

Payasos hay en todos lados

Conversación en Sao Paulo, Brasil

María:   No sé, está todo muy caótico en el escenario político.  A veces pienso que un mono – si es decente – podría hacer más que muchos políticos. ¿Cómo se dice mono en portugués?

Gabi:   Macaco. Ah, bueno eso también pasa acá en Brasil. No sé si escuchaste hablar de Titirica.

María: No, pero ya me causa gracia el nombre.

Gabi:   Su slogan era “Tiririca, pior do que esta nao fica”, se refería al congreso diciendo que si lo votaban a él como diputado federal, un hombre analfabeto y sin preparacíón, nunca iba a quedar peor de lo que estaba el congreso.

María:   Acá todos ustedes parecen tener más sentido común. Hay opiniones muy diferentes pero menos disparatadas aunque, hay que aclarar,  es lo que ve siempre el forastero.  Lo más loco de Titirica no es que se haya presentado sino que lo hayan votado tanto. Obviamente payasos hay en todos lados. Y en el caso de la Argentina sempre parece que nao pode estar pior do que está. Mais pode.

* Titirica es el nombre de payaso de Francisco Everardo Oliveira Silva. Es analfabeto y fue votado con 1 millón 200 mil votos en las últimas elecciones de Brasil.

Brigada anti-abuso de comillas #3 – El problema epistemológico

Activista 1:  Señoras y señores, gracias por prestarnos su atención, esperamos que también nos presten sus lapiceras para tachar signos que ocupan espacio en el universo innecesariamente. Fíjense lo que sucede con las comillas en la actualidad en Google.  Las comillas cumplen una exquisita función que es la de unir palabras en la búsqueda para que sean encontradas en el orden exacto en que las escribimos.

Activista 2:   Es decir, ¡hasta Google las utiliza correctamente! Nos pide que citemos para encontrar la misma secuencia. Bien por Google.

Activista 1:   Pero el peor de los abusos, el exceso más delator del síntoma nihilista donde nada es lo que parece, es el que usa obsesivamente las comillas para denotar que hay una conspiración mundial para engañarnos respecto de todos los temas. Usa esas comillas para negar lo que está diciendo.

Activista 2: Así es, compañero. Son las grandes teorías conspirativas tan en boga ahora pero entiendo que el uso, en cuanto a la gramática, es correcto. Un ejemplo para el auditorio por favor.

Activista 1 :  Con todo gusto. Hay quienes, al referirse a los medios masivos de comunicación esriben, así con comillas, “medios masivos de comunicación”, como si el hecho de que no nos gustan los mensajes de los medios exigiera que los entrecomillemos. Sí, se pueden usar las comillas en caso de ironía, pero el término “medios masivos de comunicación” está ya aceptado y, si lo que cuestionamos es que de verdad comuniquen, entonces correspondería poner las comillas en la palabra “comunicación” solamente, no en toda la frase.

Activista 2 : Estos abusadores son los mismos que nos hablan de los “periodistas” que escriben en los “diarios” de “consumo masivo” que son los que nos “informan”.

Activista 1: Compañero, me está usted mareando con tanta comilla, piedad por favor. Como ejemplos, son válidos. Las comillas de cada lado, como enanos de jardín, protegiendo una fantasía que no tiene asidero en el “mundo real”, perdón, en el mundo real.

Que se entienda por favor, y este es el punto, yo no tengo un problema gramatical sino epistemológico. Pareciera que, para algunos, estamos en un país donde nada es lo que parece.

Henry and Marta – “El que no llora no mama”

Henry:   So good to see you again, Marta. I have been looking forward to our meeting. I was going over my notes about dogs and then I realized I had written down many expressions we did not have time to discuss when we last saw each other.

Marta:   I’m in no particular hurry, Henry, so just fire away.

Henry:   I am very fond of the expression “You scratch my back, I’ll scratch yours”.

Marta:   I can see why you would like that saying, you seem to be a very friendly chap. .. What’s so funny?

Henry:   I think it is amusing that you used the word “chap”.

Marta:   I know, but if had said you are a funny “guy”, I feel I would be insulting your European flair. Back to the back scratching. I would say the best translation for that is “hoy por vos, mañana por mí”. And I could go into “Ay, Esmeralda, ráscame la espalda”…

Henry:   What on earth is that?

Marta:   Oh, I don’t know, just a song my mother used to sing… I’m intrigued by your next expression.

Henry:   Yes, not one of my favourites, it seems quite uncouth. How would you translate “to bring home the bacon”?

Marta:   Ah, close in context to “to make ends meet”. I would say “to bring home the bacon” is “parar la olla” but I think it is a little old fashioned. Perhaps people would say “hay que pagar las cuentas”. And “to make ends meet” is “llegar a fin de mes”.

Henry:   Oh yes, sounds very familiar, I have often heard that here in Buenos Aires.

Marta:   Of course you have. And now for one of our most typical expressions: “el que no llora no mama”.

Henry:   Would that be something about a baby crying because he has no mother?

Marta:  No, Henry. The verb is “mama” with an accent on the first syllable, not “mamá” as in mother. And this is one of our national sports in Argentina. It means if you don’t cry/scream you will not get what you want.

Henry:   Splendid expression, quite frankly, and we do have an equivalent in English: “the squeaky wheel gets the oil”.

Marta:  Dear Henry, we do more than squeak in these quarters of the world but I agree it is probably the best equivalent.

Henry:   Speaking of “bringing home the bacon”, I’m getting hungry.

Marta: That’s easy to solve. Let me call our waiter.  ¡Mozo! ¡Milanesas para todos!

Quiero que los porteños hablen como Mike Amigorena

Delfina:  ¿Te gusta Mike Amigorena?

Yanina:  Es interesante pero me resulta un poco ambiguo.

Delfina:  ¿Un poco? Es recontra-ambiguo pero lo ostenta, no lo esconde. Ni se hace el macho pero jura que no es gay.  A mí me resulta irresistible.

Yanina:  No puedo decir lo mismo. ¿De verdad te gusta un tipo que usa pollera? Esa onda elegante dark, medio bisexual, que tiene no me va para nada.

Delfina:  Me encanta. Además,  no lo quiero para ponerme de novia, eh. Sólo quiero que todo el mundo hable como él.

Yanina: Me estás mintiendo.  

Delfina:  ¡No! Tiene una voz increíble, re-baja y re-sexy. Fijate como pronuncia las palabras “trillado”, “ella”, “ayuda”, es una caricia para el oído. Y no es que se hace el fino ni nada, habla bien, tiene una dicción que me encanta. El otro día escuché a alguien hablando por radio con una tonada porteña medio old school y me pregunté quién era. No me vas a creer. Era Arnaldo André.

Yanina: No jodas, Arnaldo André es paraguayo.

Delfina:  Para mí tomó lecciones de dicción en algún momento de su vida pero hay algo que me hace ruido, le falta naturalidad.

Yanina: ¿Y Mike es porteño?

Delfina: No, es mendocino, de Maipú, pero hace siglos que vive en Buenos Aires; es un camaleón. Como cantante tiene el oído como para hacer de gringo, de mexicano, de gallego. Es un genio. Definitivamente, quiero que todos los porteños hablen como Mike Amigorena.

Yanina: No lo digas muy fuerte.

Delfina:  ¿Por qué? No tiene nada de malo. Estoy harta del shesheo permanente. Me lastima el oído y afea el castellano porteño. Hay castellano a lo Mike y cas-te-shano shorón. Te aclaro que no es portugués lo que hablamos, no hay que shorar tanto. ¡Hasta los extranjeros que viven en Buenos Aires aprenden a hablar imitando el shesheo, es ridículo!

Yanina: Me parece una estupidez que cuestiones como habla la gente naturalmente. Si alguien pregunta, no te conozco.

Delfina: No es una crítica social es estética. Además, no me importa nada, negá tu amistad, todo bien.  Te dejo un videíto de Mike manejando en Buenos Aires para que lo disfrutes.

 

Nuestra fascinación por las transformaciones

Me pregunto por qué nos fascinan tanto las transformaciones. Las fotos del antes y el después. Nos muestran la figura de una persona gorda o fea (tal vez ambas cosas) y en la siguiente foto la misma persona flaca o linda (probablemente, ambas). Nos encanta pensar que en esa mágica transición entre el pasado y el presente se puede dar una drástica transformación, un viaje hacia la luz, desde una existencia que causa sufrimiento y dolor personal hacia la belleza que nos hace más atractivos. Da pavor ver la foto del viaje real desde la juventud hacia la vejez. Es tan impresionante la imagen que causa una incomodidad inmediata. La verdad no tiene la mejor prensa y lamentablemente carece de magia.

We just want to be loved, es eso.

Nuestra posmodernidad nos llena de programación de make overs, de cirujanos plásticos que realizan todo tipo de proezas sobre el pobre físico humano. Las mujeres que pasan por tanto quirófano se parecen entre sí, como una hermandad del esperpento.  Todo es nip/tuck, estiramos por acá, quitamos por allá, agregamos más en el medio. No digo que esté mal arreglarse algo que nos incomoda, mejorar algún aspecto para que deambulemos por la vida sintiéndonos mejor. Para nada.

Si hay una película boba es Miss Congeniality (bien traducida esta vez como Miss Simpatía) con Sandra Bullock pero tiene escenas memorables. Cuando se presenta a un concurso de belleza debe ser la Eliza Doolittle de Michael Caine y eso solo vale la peliculita Hollywoodense.  Ensaya frente al espejo:  “Oh, if only I had a brain”, cayendo así en todos los estereotipos de que las lindas son tontas. Pero nos hace creer que se puede ser inteligente y hasta ruda además de linda. (“I really do want world peace” es la frase que cierra).             

Cenicienta. Cuento de todos los cuentos. Favorito entre las niñas. La pobre chica maltratada y mal vestida que se casa con el príncipe. Nos encantan estas historias desde chiquititas.

From rags to riches, miles de historias que nos relatan como de la nada salieron tantísimos millonarios exitosos, pero a nadie le importa si son felices o si tienen lguna ética de vida.  Hacemos la fácil, capturamos lo que se ve a simple vista. Mejor no profundizar demasiado.

Creo que hay mucho de pensamiento mágico en la fascinación por los cambios bruscos. Viene mi hada madrina y ¡puff! con un poco de pixie dust me transforma en la mujer más deseable del condado (juro que siempre dije que quería una hada madrina y que es mi personaje preferido).  Nadie parece querer hacer los esfuerzos necesarios para una transformación real, algo que nos haga de verdad más felices. El poder hacer cambios que sean duraderos, profundos e internos. Pero lo cierto es que no se puede mostrar lo de adentro. No hay máquina de foto, scanner o rayo X que muestre lo que una persona recrea en su interior. What a pity, alguien deberia inventar esa máquina.  La foto del “antes”: un alma oscura, mentirosa y corrupta  y el “despues” con un aura limpita, colorida y alegre. Nah, le falta espectáculo, dudo que  acabe con los make overs estéticos.

Tal vez todos tengamos la secreta certeza de que podemos ser mucho mejor de lo que somos.

Y llegó la hora de confesar. Mi historia preferida, by far, es la del patito feo.

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