Una mosca en el avión

Boarding pass, anuncios interminables, atrasos, filas, pasajeros variopintos. Make sure you have the right papers/forms/documents on you. Y finalmente llega la entrada al avión. A veces me pregunto qué pasaría si me subiera al avión equivocado. Supongamos que estoy distraída y no escuché el gate/portao/puerta por el que sale un avión. Digamos que me colgué paseando, wandering through yet another boring duty free shop. Que tendrán mucho de free duty pero qué cantidad de compras inútiles hace la gente (y yo a veces, who am I kidding?).

Y así, también, supongamos que el señor que corta mi boarding pass en dos no ve bien, está distraído o charlando con su colega,  y pasa por alto el hecho de que el avión al que me acabo de subir tiene un destino diferente al de mi tarjeta de embarque. Nunca me pasó pero me podría pasar.

En el último viaje, antes del aterrizar, estaba adentro del avión y me pasó por arriba de la cabeza, en vuelo raso, una mosca negra y sonora.

Ese mínimo pedazo de vida, de existencia rango insecto, se subió en un país y aterrizó en otro. ¿Tendrá idea de lo que hizo? ¿Le importará que su destino resultó desconocido o será una mosca bodhisattva que pegó un quantum leap? Aceptó el presente, viajó de incógnita, y se pegó un viaje increíble que jamás hubiese podido hacer por su propia cuenta.

Vivan los destinos desconocidos si nos llevan a nuevos territorios.

Say it isn’t so. Et tu Dave Mathews?

Diana:  Acabo de sufir una de las mayores decepciones en mucho tiempo…

Eduardo:  ¡Epa! ¿Qué te pasó?

Diana:  Sabés que soy recontraadmiradora de Dave Mathews, ¿no?

Eduardo:   Sí, me comentaste que lo viste en el Luna Park el año pasado y que te pareció genial…

Diana: Sí. Me encanta desde hace años y en vivo fue increíble….pero… resulta que en un vuelo corto de tres horas decidí ver una peliculita bien liviana (por si no terminaba de verla y que no me importara). Elegí una que se llama “Just go with it“, con Adam Sandler y la eterna Rachel: Jennifer Aniston. No sé para qué insisto con Sandler que no hizo nada que valga la pena desde Wedding Singer, pero bueh.  Empiezo a ver la peliculita y a los dos minutos ya sé como va a terminar y no me divierte saber qué pasa en el medio. De repente aparece Nicole Kidman, la reina del botox.  ¿Qué hace una mina que ganó un Oscar y que hizo alguna que otra película como la gente en esta comedia (?)  tan  lamentable? El guión, o mejor dicho la falta de guión, era un infomercial sobre marcas de zapatos, hoteles en Hawaii, ropas, marcas varias;  patético.  A esta altura ya me había sacado los auriculares y estaba leyendo un libro, dejé la película para ver sin audio. Solo para comprobar que el final era el cantadísimo, no surprises. Y, de repente,  veo de reojo a Dave Mathews …

Eduardo:   ¿Estás segura que era él?   

Diana: Obvio, por si cabía alguna duda vi los créditos del final. Pero, como te cuento, levanto la vista del libro y veo a Dave Mathews haciendo de novio de Nicole, balanceando un coco en el culo en una especie de concurso de hula-hula con Kidman, cara de cera. ¡Dave Mathews! ¡El que escribió “Gravedigger“! Cuando termino de frotarme los ojos y convencerme de que era él me dieron ganas de llorar. Qué papelucho lamentable para quien sacó Big Whiskey and the Gu Grux King. Please tell me it’s not him…

Eduardo: Bueno, no es para tanto, no desmerece su música…

Diana: Y … un poco sí…Qué desilusión… tengo miedo de poner el último disco y ver a Dave con el coco…