Cibercementerio de blogs (segunda parte)

 

Bitácora virtual que solías actualizar escritos
Mostrás ahora una fecha muy antigua
¿Qué hay del autor y de sus actuales dichos?
Su desaparición es, al menos, ambigua
Quiero saber la razón del abandono
Tu dueño parece haberse retirado
O tal vez duerme la del mono
¿esto se podría haber evitado?
Ya nadie escribe allí, es una verdadera pena,
Nadie postea fotos donde surgían novedades
Sobreviven relatos viejos de una tarde amena
Quién sabe cuáles son ahora tus actividades
¿Te ganó el cansancio, la fiaca, el hartazgo?
O tal vez no llegó la inspiración de tu musa
Otro “relato” es que te haya tapado el trabajo
Pero no sé si me convence del todo esa excusa
Qué cosa, a veces no llegamos a destino
Supongo que te dio pereza, no es que te moriste
Me angustia y además sería un error supino
Pensar lo peor cuando me siento algo triste
Tengo que reconocer que por algo esto me obsesiona
Tantos deseos y proyectos que quedan en el camino
Otro blog que se apaga, el tiempo todo lo erosiona
Ché, no es para tanto, se embarcó en otra cosa te digo
Cementerio de blogs sin digna sepultura
Es hora de que vuelvan los enigmáticos autores
Yo sé que no entienden mi premura
(de verdad, he tenido ocurrencias peores)
Si se llena el espacio virtual de blogs inconclusos
Seguiré sintiendo curiosidad por el escritor ausente
Y no puedo evitar tantas preguntas obtusas
Sobre el paradero de toda esa buena gente